Hola a todos:
Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad... Además de un villancico resulta que en esta ocasión hoy es 24 de diciembre de 2016, y llevo unas 48 horas de postoperatorio.
Sobre cómo me encuentro, pues dolorida y cansada, pero bien dadas las circunstancias. Ayer me encontraba peor. Es curioso pero me apetecía andar despacito porque me daba la sensación de que mitigaba mi malestar. Creo que no solo estaba revuelta por la operación sino porque ya ha comenzado esta guerra oficialmente y en ocasiones me flaquean las fuerzas pensando en lo que se me viene encima.
Asusta lo desconocido, eso es una verdad como un templo. Me asustan los efectos secundarios de la quimioterapia a corto y largo plazo. Me asusta la posibilidad de que los ganglios estén afectados, y me asusta cómo pueda salir la operación del pecho. Sí, lo confieso, estoy preocupada y asustada. A ratos estoy convencida de que todo va a salir bien, pero en otros momentos mi moral se debilita.
He subido el primer peldaño de esta escalera y de momento ha salido todo conforme a lo esperado. Ahora tengo tres días libres de médicos, pruebas y sobre todo libres de que me hagan daño. Voy a intentar recuperarme física y mentalmente para estar lo más fuerte posible al comenzar el tratamiento.
Sea como fuere, hoy es un día de alegría y regocijo. Voy a dejar de divagar, porque realmente solo escribía para desear a los que leáis este blog una feliz noche en compañía de vuestros seres queridos, y una feliz navidad.
Un beso.
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