Hola:
Pues hoy la noticia que os doy es que por fin se ha terminado la radioterapia.
Cuando salí de la sesión estaba muy emocionada y contenta. Estuve hablando y dando ánimos a las compañeras de fatigas que están en una situación muy parecida a la mía, sobre todo a la que iba antes y a la de después de mí. Hay que ser positiva. La energía que irradias es contagiosa, no lo olvides 😉
Ya en la calle me abracé a mi padre y se me saltaron unas lágrimas de la emoción. Un paso más hacia el final, un paso menos para terminar con todo esto.
La doctora me ha dicho que debo seguir con los ejercicios de capacidad pulmonar (alias bolitas) y con mis paseos diarios. Me deriva nuevamente a mi hospital para que sigan con el resto del protocolo. Tengo un valor bajo en la analítica y me lo van a controlar ya que puede estar relacionado con mis múltiples moratones. Dentro de tres meses debo volver allí a consulta para que me vean cómo evoluciono. También se me ha disparado el colesterol, y es muy probable que sea consecuencia de los corticoides. No os puedo describir las ganas enormes, gigantes, que tengo de que me retiren los dichosos corticoides de una vez. Ojalá el neumólogo decida que ya se pueden ir quitando.
La oncóloga de radioterapia me ha indicado que la piel se me pelará como cuando se quema por el sol, pero es totalmente normal. También dice que cuando ya la tenga con un aspecto normal que puedo volver a usar desodorante, y durante un tiempo es aconsejable usar protección solar en la mama aunque vaya cubierta de ropa (obviamente tomar el sol prohibido durante un año). Debo seguir aplicando la crema especial para hidratar la zona. Los dolores de pecho y espalda son normales. Importante controlar el tema pulmonar. En breve comenzaré a notar más las cicatrices internas producidas por la radioterapia al ir bajando la inflamación de la zona en ausencia de nuevas radiaciones.
No obstante, estoy muy contenta. Ya voy viendo el final del túnel, lo cual es siempre positivo. Ahora pendiente de lo que digan el neumólogo, la cirujana y la oncóloga de mi hospital. Imagino que me tendrán que hacer alguna prueba más, y lo que queda por mi parte ya es terminar de recuperarme físicamente de toda la tralla que me han dado durante estos meses, ¡que no es poco!
Esta mañana me ha costado bastante levantarme. El cansancio es mayor de lo que me esperaba, no a niveles extremos como con la quimioterapia, pero sí es elevado y ha ido a más con el avance de las sesiones de radio. Como me dijo la doctora ayer, tengo que tener paciencia. Es un proceso tedioso porque es largo y se hace pesado, pero ya he pasado lo peor 💪
En fin, ya os seguiré contando qué me van diciendo los médicos.
¡Hasta la siguiente!
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