Hola:
Vuelvo a la carga después de unos días convulsos en lo que a mi recuperación se refiere.
No he escrito antes porque no me apetecía ni siquiera abrir el blog. Están siendo días regulares (por no decir malos) pero hoy he decidido que tenía que seguir narrando mi historia.
Comenzaré por el principio... Hace unas dos semanas, unos días después del concierto de Kate Ryan que os conté, las molestias que tenía en el costado fueron aumentando. Ya se lo había dicho a mi doctora de cabecera quien me indicó que si todo seguía igual en quince días me mandaría unas radiografías. Bien, pues como la cosa no solo no remitió sino que fue a más me han realizado radiografías de tres zonas: tórax, costado y escápula.
Estas radiografías me las han hecho este martes pasado así que espero que el lunes que vuelvo a la doctora me pueda decir si se ve algo o no. Estoy deseando saber qué ocurre, porque el dolor está afectando a mi día a día.
Dicho dolor es prácticamente constante ya que me duele al respirar, al moverme, incluso me está complicando el dormir. Parece que es la costilla, pero no lo sé.
Para colmo mis piernas están hinchadas (sobre todo los tobillos) y cuando llevo sentada un rato me cuesta horrores poder levantarme. Las piernas están como anquilosadas y hasta que no ando un poco no mejoran. También me molestan los huesos de las manos incluso me duele hacer la pinza con el pulgar para sujetar algo. Me noto oronda y sin posibilidad de poder realizar algún ejercicio para bajar de peso...Sinceramente es como si me hubieran echado 20 años encima de golpe.
Anímicamente estoy harta. No sé cómo explicarlo de una manera más clara. Todo parecía indicar que me encontraba de remontada y que en breve podría continuar con mi vida normal, pero resulta que ahora ocurre esto y bajón de nuevo. Desde fuera puede parecer una nimiedad, pero desde dentro las semanas pasan y el machaque físico y mental se nota. Pese a lo que me ocurre procuro estar de buen humor y ofrecer una cara amable a quienes veo, pero finalmente todo esto pasa factura.
Una amiga me dijo que tal vez esto me está ocurriendo porque al retirar los corticoides los dolores que tenía ahí estaban enmascarados. Es posible. No obstante no es gran consuelo. 😒
Cuando alguien necesita soltar vapor lo mejor es abrir la espita y fui a charlar con la psicóloga de la AECC que está en el hospital. Le expliqué mi situación, los dolores, mis temores (básicamente que esto sea permanente), el hartazgo y desesperación que asoman en cuanto bajas la guardia, etc. Tras hablar con ella sentí un gran alivio. Además me recomendó que pidiera cita con oncología antes de noviembre que es cuando tengo pautada la primera revisión. Me dijo que ya que tengo el proceso abierto y obviamente estos dolores son derivados de él, que no espere. Las radiografías las podrá ver la doctora y evaluar si es necesario realizarme algún tipo de prueba adicional (gammagrafía, TAC, resonancia). Lo que vino a aconsejarme la psicóloga es que agilice los tiempos para que si me tienen que aplicar alguna medida más se realice de la manera más pronta posible. Que gane tiempo.
Aprovecho para comentar que si alguien está en un proceso como el mío, en una lucha contra el cáncer, es totalmente recomendable compartir los sentimientos y pensamientos que nos abaten con el personal de la AECC (o similares que haya en vuestros hospitales). Son encantadores y ayudan muchísimo. Todo lo que pueda decir de ellos es poco.
Continúo. Tal cual salí de su despacho solicité la cita y el 13 de octubre allá que voy a ver a mi oncóloga. Los dolores desde luego no me los estoy imaginando así que hay algo ahí que no va bien. Recuerdo que mi inflamación pulmonar no se veía en la radiografía así que si para entonces sigo igual seguramente tendrán que completar el diagnóstico con alguna prueba más...llegados a este punto, lo que sea necesario.
Y hablando de pruebas, comentar que las radiografías esta vez han sido bastantes y en posturas diferentes. A veces me sentía como esas modelos de las películas a quienes les indican cómo deben posar 🤣 sin embargo supongo que a ellas no las mandan aguantar la respiración 😜
Recuerdo que al ponerme la bata hospitalaria y quedarme a solas en la fría sala tuve la sensación de estar indefensa. Es una tontería pero ahí estuvo esa impresión. Vagamente sentí algo similar a cuando estuve ingresada en urgencias. Supongo que es la mente que juega con nosotros.
Sigo caminando todos los días pese a no tener muchas ganas a veces. Sé que debo hacerlo y lo hago. De hecho, tengo un recordatorio en mi muñeca:
Es uno de esos charms que venden y que cuando lo vi me dio buen rollo. Refleja un poco como soy, que tengo un look casual (voy en deportivas por mi lesión tras el accidente que tuve), y que he de seguir adelante. Me recuerda que debo seguir caminando.
Ahí lo he enganchado, a mi esclava. 😉
Para terminar esta entrada os voy a poner unas fotos que me hice en el cumpleaños de uno de mis mejores amigos; en 2016 y ahora en 2017.
Es un collage que refleja la diferencia que un cáncer puede hacer en un año, pero muestra que lo importante siempre queda ahí 😎
Bueno, realmente esto de escribir en el blog ayuda. Me encuentro mejor que antes de relataros mis andanzas.
Empecé turbia mi exposición pero finalizo así mi entrada de hoy, con una sonrisa.
¡Hasta la siguiente!
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