Hola:
Vuelvo a escribir para actualizar datos 😝
La semana pasada me realizaron la prueba neurológica de las piernas. Se llama electromiograma y básicamente consiste en que te dan descargas eléctricas controladas para comprobar si se transmite el impulso nervioso. Una coge complejo de muñeca de vudú viendo algunas películas antiguas (el daño que puede hacer el cine) pero lejos de ser como una sesión de acupuntura, como mucho te pinchan una o dos veces y simplemente te pegan los electrodos en diferentes partes del cuerpo (donde proceda según el caso). La duración de la prueba no recuerdo bien pero en torno a media hora.
A mí me estuvieron haciendo la prueba en las piernas y pies. No es agradable, pero tampoco es algo con lo que luego vayas a tener pesadillas 🤣
No me han dado aún los resultados, ya os contaré qué me dicen.
Realmente no tengo mucho más que contar. Hoy me he vuelto a despertar por el dolor de la pierna/pie. Al menos esta vez el calambre/espasmo ha tenido la deferencia de despertarme cinco minutos antes de que tocara el despertador...😠
Cada vez es algo más habitual, y realmente es lo que preocupa ahora mismo. Da igual que estire o no, que haga ejercicio o no, casi todos los días me da el zurriagazo y es bastante doloroso. El potasio estaba bien en la última analítica...en fin...yo ya no sé qué hacer ni qué pensar al respecto. A ver cuándo me citan con la neuróloga y según qué me diga así haré.
En fin, salvo esos calambres y el cansancio por lo demás progreso adecuadamente 😜
Antes de despedirme quería hacer una reflexión sobre noticias que están saliendo ahora relativas a las terapias alternativas y curaciones milagrosas que algunos proponen a pacientes con cáncer.
Para mí, la actuación de estos embaucadores (a falta de mejor adjetivo que no sea insultante o grosero) debería estar recogida en alguna ley que protegiera al enfermo (aunque no es fácil legislarlo porque tenemos libertad de elección). Obviamente el hecho de que algunas personas adultas sean ingenuas es única y exclusivamente su propia responsabilidad, pero también hay que tener en cuenta que cuando estás enfermo padeciendo esta puñetera afección la vulnerabilidad que sientes en ocasiones puede jugarte malas pasadas y hacer que tomes decisiones no tan acertadas como tu intelecto habitual te dictaría. El que no se equivoque nunca y tenga una mente absoluta y totalmente lógica en cualquier situación que tire la primera piedra...
Mi forma de ver este tipo de situaciones ha sido siempre algo así: "El tratamiento médico convencional, nunca abandonarlo, y si se toma cualquier terapia complementaria (no alternativa) siempre con el conocimiento del médico".
Es cierto que por ejemplo el libro que os dije que había leído de la doctora Odile Fernández tiene determinados pasajes que debes interpretar con cautela. El ejemplo que ponen del tema del agua sanadora yo por ejemplo lo interpreté como que hay que ser psicológicamente positivo y reforzar ese pensamiento con mensajes de ánimo (yo lo hice con letreritos por la casa ya lo sabéis). Obviamente en ningún momento interpreté que por el simple hecho de beber agua de una botella con un mensaje positivo iba a curarme (ojalá fuese así).
Cuando hice reiki lo primero que me dijeron fue que no dejara el tratamiento que me estaban dando, lo cual nunca consideré como algo opcional. De hecho si me hubieran dicho semejante burrada supongo que me hubiera levantado y largado del lugar sin mirar atrás.
Cuando enfermé hubo una persona que me comentó lo de la biodescodificación. No sabía de lo que me hablaba y al buscarlo en Internet flipé en colores, no os digo más...
Creo que las técnicas de relajación, una alimentación variada y sana, la meditación, y el ejercicio físico adaptado a tu situación particular, son cosas que no te pueden hacer daño nunca. Por eso considero que son herramientas útiles para usarlas cuando lo necesites (la alimentación y el ejercicio siempre). JAMÁS hay que dejar el tratamiento alopático (sistema médico convencional).
Me hace gracia que personajes que te dicen que con la quimioterapia las farmacéuticas se forran a tu costa, sean precisamente quienes tengan abultadas cuentas bancarias por venderte sus productos naturales. Con todos mis respetos, me parece cuanto menos hipócrita.
Cierto es que la industria farmacéutica se basa en muchos compuestos que se dan en la naturaleza (como no podía ser de otra manera) pero igualmente cierto es que hay muchos otros fármacos que no. Además, ¿qué me dicen de las dosis?. Puedo por ejemplo tomar espirulina, brócoli, algas, soja, etc para temas de tiroides claro que sí, pero...¿en qué dosis?, y ¿diariamente?..pues perdonen pero yo prefiero tomarme una pastilla todos los días con la cantidad que necesito para mi hipotiroidismo, estar controlada por un médico, y tomar esos alimentos en las raciones y momentos en que me apetezca.
A lo mejor soy rara, pero eso es lo que pienso.
Considero que hay que procurar mejorar siempre y cuidarse, pero todo tiene un límite.
Todos los extremos son perjudiciales. No por ser vegetariano te vas a librar del cáncer, ni por tomar vitaminas en pastillas sin cuidar tu alimentación vas a estar sano...en fin, sentido común 😉
Como dijo Aristóteles, la virtud está en el punto medio.
Bueno, pues después de esta retahíla que os he soltado ya va siendo hora de cerrar esta entrada.
Espero no derretirme con la ola de calor que entra mañana y volver a escribir en breve en el blog.
Os pongo una foto que hice el otro día en un río que estaba muy fresquito, para que mentalmente os zambulláis en él y os refresquéis imaginariamente (el que no se consuela es porque no quiere jajaja).
¡Hasta la siguiente!
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