Hola:
Siento no haber escrito en el blog desde hace tiempo, pero no ha pasado nada relevante o cuando ha pasado no he podido escribir.
Mis resultados de la histeroscopia fueron buenos. No hay cáncer así que buenísimas noticias. De momento estoy sin tomar el tamoxifeno porque el doctor me dijo que porque estuviera unos meses sin tomarlo tampoco iba a pasar nada, y como tenía cita en abril o mayo pues que decidiera el ginecólogo o el oncólogo si se continúa el tratamiento.
Bien, pues como ya bien sabéis, llegó un pequeño virus sars-2 Covid19 coronavirus...se llame como se llame todos conocéis al puto virus de las narices, y con su llegada nos ha frenado la vida de golpe. Tengo cita a finales de abril para revisión de radioterapia, pero no sé si me la anularán, la harán por teléfono, o si directamente me la aplazarán...el tiempo dirá.
Por supuesto, estoy en casa desde el 13 de marzo (viernes) siguiendo el confinamiento dictado por el estado de alarma. No voy a contaros cómo me siento porque todos y todas os sentiréis igual. No tengo demasiado ánimo para describir la mezcolanza que me invade. Vulnerabilidad, miedo, impotencia, rabia, dolor, tristeza, ansiedad, impaciencia, desesperación, cambios de humor, solidaridad, incertidumbre, esperanza, fuerza, positividad...todo depende del momento. Sentimientos positivos y sentimientos negativos ahí al mogollón.
En fin, ya me entendéis. Este momento vital que estamos viviendo saca lo bueno y malo de cada uno.
El pasado lunes día 6 de abril por la tarde falleció mi suegra. Este puñetero virus ha ocasionado que no la pudiéramos visitar en el último mes, y ahora que no se pudieran despedir de ella sus familiares. Es una situación ya de por sí muy dura, pero que por el virus tampoco se permita que se le haga velatorio, ni funeral...es horrible. No ha muerto de coronavirus, ha muerto por el cáncer, pero da igual, por el virus no se pueden desarrollar las actividades "normales" en este tipo de circunstancias. Todo el que ahora muere sea o no de Covid19, no puede ser velado, ni se hace funeral ni se puede enterrar en compañía de sus seres queridos (si se permite el entierro dejan a 2 personas únicamente).
El fallecimiento era algo que más pronto o más tarde tenía que ocurrir y bueno aunque nunca se está preparado para el mazazo, al no ser inesperado pues se medio lleva mejor. Lo duro, durísimo es que debido a las medidas tomadas para evitar la propagación del virus, los hijos de mi suegra no van a poder decirle adiós. El duelo necesita comenzar pero sin despedida es mucho más complicado.
Y por si fuera poco, ayer mi madre me avisó que mi tío ha dado positivo y se espera lo peor...ojalá lo supere, pero no pinta bien.
Yo estoy... en una palabra; triste. Llevo unos días inapetente de buen rollo, solo me apetece estar dormida o en el sofá. Teletrabajo, pero cuando termina la jornada lo que me apetece es llorar. No solo por mi suegra o mi familia si no por los más de 13.000 muertos que llevamos.
Procuro estar lo más animada posible sobre todo para apoyar a mi pareja en este trance tan difícil, pero sinceramente en ocasiones me es complicado mantener el tipo.
Bueno, solo quería poneros al día de lo que ha ido pasando en estas semanas desde la entrada al blog anterior. Deseo que cuando vuelva a escribir tenga mejores noticias y esté más animada. Seguro que sí, no hay que perder la esperanza.
Os pongo una foto de las velas que he encendido por mi suegra y por todos los fallecidos. DEP.
!Hasta la siguiente!
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