Hola a tod@s una vez más:
Pues hoy me he levantado mejor. Llevo un par de días que me encuentro bien. Cuando digo bien me refiero a que no estoy tan mal como he estado, pero sigo muy cansada, como fatigada sin hacer nada. No obstante me conformo y hoy por hoy para mi es estar bien.
Mi cuerpo estará remontando, de hecho me pide comer mucho. No me preocupa en exceso ya que he perdido un par de kilos desde que comencé el día 28 (4 kilos en total desde que me diagnosticaron el cáncer), pero en oncología me indicaron que debo comer cuando me lo pida el cuerpo y lo que me apetezca, que no es bueno perder mucho peso (que además me queda mucho recorrido y perder 10 kilos más no estaría muy bien pese a que para mi sobrepeso habitual sería una buena noticia jejeje).
Es bastante curioso, tengo mucho hambre así que imagino que estarán mis células reponiéndose del golpe de la quimio y necesitarán nutrientes para reparar el bache sufrido.
Lo que no saben esas células es que seguramente este martes que viene les vamos a introducir una nueva dosis de quimioterapia :-(
Ante esta situación mis sentimientos están encontrados. Por un lado quiero continuar y que venga el ciclo lo antes posible para terminar con el proceso lo más pronto que se pueda. Por otro lado temo lo que se avecina; nuevas náuseas, dolores, nulas ganas de comer, pinchazos, diarreas, aftas en la boca y noches sin dormir. El cansancio ya forma parte de mi día a día. Hago todo muy despacio y me tengo que parar a menudo para descansar. Cuando vuelvo de mi paseo diario me desplomo durante un rato en el sofá porque no puedo con mi alma. En los últimos días mi ritmo se ha ido incrementando y las distancias recorridas han sido un poco más largas, lo cual es buena señal. No obstante el cansancio o fatiga es el mismo. Me levanto con pocas ganas, pero los días que estoy peor me obligo porque hay que intentar llevar una rutina lo más normalizada posible. Es cierto que ha habido días que me he vuelto a acostar un ratito para descansar de nuevo, pero entiendo que es lo normal dada mi situación.
El cansancio es un agotamiento digamos extraño y me ha acompañado desde el inicio de la quimioterapia. No es como cuando vuelves de hacer ejercicio ni cuando has dormido mal. Tampoco es esa sensación de la gripe. Es una rara mezcla de todo junto. Respiro bien pero aunque no me falta el aire mi respiración es como si acabara de correr. Además cuando hablo noto que me falta el aliento. Una amiga me ha dicho que es normal porque eso es lo que se llama tener fatiga y en tratamientos de este tipo es completamente habitual. Para mi es nuevo y por eso os lo cuento.
No me apetece hacer muchas cosas. He comenzado a ver la sexta temporada de Juego de tronos, y a leer un libro de estos intrascendentes de cachondeo (Mu!, de David Safier). No tengo la cabeza para demasiadas complicaciones. Me han comprado un libro para colorear porque relaja mucho y no requiere un gran esfuerzo físico o mental. También tengo una lámina con un dragón de terciopelo para colorear con rotuladores que compré hace meses en un mercadillo de artesanía para cuando me apeteciera pintar. Es una actividad que me relaja bastante. Dibujo fatal, pero coloreo bien ;-D
Si me animo y coloreo ya haré alguna foto del resultado para compartirla con vosotros.
Otra cosa que quería comentar es el tema del gusto. Te cambia el sentido del gusto esto de la quimioterapia. Tienes un sabor más metálico, y lo que me ha llamado mucho la atención es el hecho de que hay cosas que antes me gustaban y ahora no puedo comerlas porque me saben muy raras, como químicas. He notado que el jamón cocido (el tipo York) no le agrada a mis papilas gustativas. No es que no pueda comerlo, pero el regustillo del final me desagrada mucho y ya sufro con otras cosas como también sufrir a lo tonto con esto, así que no lo como y punto. El Jamón serrano y el lomo... pues los probé el otro día y en este caso es al contrario, no es el sabor químico es la intensidad tan fuerte del sabor lo que me desagrada. También he probado unos barquillos de chocolate negro que me encantaban y no están del todo mal, pero al final del paladar cuando lo terminas de tragar queda un gusto extraño y químico que me desagrada un poco.
Además me estoy desintoxicando del azúcar. Parece mentira, pero determinadas cosas que hace un mes saboreaba como normales o deliciosas ahora me resultan empalagosas y desagradables.
Lo que tolero muy bien son los productos poco tratados y naturales, así como bizcochos caseros. No es por criticar la industria alimentaria, pero es mi experiencia. Las papillas de niños me sientan bien, así como por ejemplo la fruta, verdura, lácteos, la carne (ternera, pollo), la pechuga de pavo, los grissinis y el pan de barra. El pan de molde por contrario me ha decepcionado, el que he probado (marca líder pero no voy a hacer publicidad si puedo evitarlo) desde luego no tiene el beneplácito total de mis papilas gustativas.
Me pide el cuerpo comer cosas más naturales. Sabores más sencillos supongo. Puede que mi cuerpo rechace instintivamente ahora lo que es más químico o tiene más conservantes porque está saturado de productos químicos que además detecta como posiblemente nocivos (para darte la quimioterapia te atiborran primero a pastillas para no vomitar con lo que entiendo que el cuerpo tal cual detecta en sangre la química que le meten sabe que es tóxico y lo rechaza de la manera que puede). No sé, es una teoría personal, pero lo que sí sé es que estoy probando cosas que antes me gustaban y ahora mi cuerpo rechaza de manera instintiva. Podría comerlas pero al probarlas me dejan de apetecer. No he probado un refresco tipo coca cola, no quiero tentar la suerte de vomitar por las esquinas :-D
También os digo esto; pienso resarcirme de comer en cuanto me encuentre recuperada. Me relamo solo de pensar en un par de restaurantes que voy a visitar cuando esté curada. No sé si perderé muchos kilos con la quimioterapia, pero alguno recuperaré jejeje.
Y no sé qué más puedo contaros. Mis días son monótonos, realmente súper tranquilos.
Creo que no os he enseñado mis compras online de pañuelos oncológicos. Ahora os pongo una foto:
Como podéis comprobar he comprado un básico de invierno/primavera para aguantar estos meses que se avecinan lo más mona y calentita posible.
El de invierno es el gris de abajo a la izquierda, que es de algodón y espero que abrigue lo suficiente (se puede poner combinado con el gorro básico para aportar calor). La mancha beige que hay a su derecha es el gorro básico para dormir. Los dos rectángulos (estampado azul y fucsia) son los pañuelos tubulares que se colocan muy rápido y son alegres. Y para terminar, mi favorito; un gorro con una pequeña visera en color rojo. Son todos muy suaves, transpirables y ponibles. Además son cómodos y rápidos de poner.
No es lo que más me apetece en este mundo, pero obligada te veas. Al menos intentaré no pasar frío y disimular mi calvicie durante los meses que dure.
He aquí otra curiosidad que estoy aprendiendo. A mí siempre me ha gustado el pelo corto, y no me importaría demasiado llevar el pelo muy rapado (lo hice hace años y no me veía muy favorecida, por ello no repetí), pero sinceramente no es lo mismo cuando lo haces por gusto a cuando lo haces por obligación. El mismo hecho pero distinto matiz. Libre albedrío versus obligación. Os garantizo que no es igual, no se siente igual.
Noto que se me está cayendo el pelo porque veo pelillos dispersos en el lavabo por ejemplo. No se ve mucha diferencia en mi cabeza pero ya tengo cita el lunes para ir a rapármelo. Entre el sarpullido de granos que me han salido en la cara (hormonal y supongo que derivado del despiporre químico que me han inducido) y el corte de pelo estaré preciosa, pero bueno, pondré el filtro belleza al selfie que me haga con el móvil y si no sale demasiado mal os lo cuelgo en el blog ;-P
Y por ahora esto es todo.
¡Hasta la siguiente!
Bueno, me alegro mucho que estés mejor, uno menos y a por el siguiente. Desde luego se te nota más animadilla.
ResponderEliminarLo del gusto es bastante curioso, pero bueno, seguro que te viene mejor una fruta o un bizcocho casero, que todas esas cosas industriales que solemos comernos como si nada. Como dices ya podrás comer todo lo que te apetezca cuando te recuperes.
Y los pañuelos muy chulos, por lo menos estarás calentita...
Muchos besos y mucho ánimo.