Hola:
De nuevo aquí para contaros mis experiencias a lo largo de esta vereda que en ocasiones parece no tener fin pero que lo tiene...¡claro que lo tiene!
Mi última entrada al blog tenía pinceladas de preocupación, soy consciente de ello. Lamento derrumbarme a veces, pero por otro lado es completamente normal y psicológicamente saludable hacerlo. Nadie puede estar 24x7 feliz, contento y en un estado de alegría y despreocupación... mucho menos estando enfermo. Por supuesto eso debe quedar también reflejado en este blog.
Dicho esto, os comento que ya estoy bastante más animada. Han sido un par de días de reflexión interna y superación emocional del bache. Cuesta aceptar que no vas a volver a estar nunca como estabas antes de tener cáncer. Además, esta enfermedad en mi opinión tiene un plus de hijoputez si me permitís la expresión.
A lo que me refiero es que si tienes cáncer y aún no ha dado la cara, no tienes ningún síntoma, tu vida es completamente normal y de la noche a la mañana te das de bruces con la realidad de estar enferma; con el hecho de saber que, o pones remedio, o te vas para el otro barrio en menos de lo que creías. La cuestión es que al medicarte y actuar para curarte te encuentras mal, ves tu deterioro, tus nuevas limitaciones y eso es duro de afrontar física y mentalmente sobre todo cuando hay efectos secundarios que serán permanentes y te acompañarán el resto de tu vida. Ahí está el quid de la cuestión: Si quieres tener vida hay que asumir que será diferente a la que tenías antes del tratamiento por mucho que sea injusto, te fastidie o sea una putada.
La aceptación del cáncer en mi caso está siendo secuencial por lo que me voy dando cuenta. Voy encarando y aceptando las cosas tal cual me van llegando. Tal vez sea que soy primeriza en esto y es mi manera de llevarlo, o tal vez sea que el proceso debe ser así. En cualquier caso, vamos hacia delante, sin retroceder 👍
Hecha esta reflexión, os voy a contar el TAC de simulación que me hicieron ayer y la prueba de marcha para el pulmón.
El TAC de simulación, pese a que por su nombre pueda parecerlo, no consiste en que te meten en la máquina y te dicen "ah, era broma" 😝
Es una prueba rápida, unos 10 minutos. Lo peor fue la espera ya que estuvimos 40 minutos esperando a que me hicieran pasar. Normalmente no me agobia eso porque entiendo que cada cosa lleva su tiempo, pero es que tenía que ir a otro hospital a realizar la prueba de marcha y no me daba tiempo a llegar. Efectivamente llamé para avisar que me era imposible ser puntual debido al retraso que llevaba mi TAC (y eso que era la primera de la mañana). En neumología no me pusieron ninguna pega porque estaba más que justificado mi retraso. Al final llegué 25 minutos tarde.
En fin, a lo que iba, que el TAC de simulación es una prueba indolora y se hace como la típica de rayos. Te desnudas de cintura para arriba, te tumban en la máquina y te acomodan para que no te muevas. En mi caso los brazos los colocaron hacia atrás y me pusieron un apoyo en la cabeza. Te empiezan a marcar con un rotulador en ambos pechos, costados y parte central del tórax según van considerando. A continuación te dejan sola y sabes que van a iniciar la prueba que consiste en el deslizamiento hacia atrás de la parte donde estás tumbada, y entonces te cubre otra parte de la máquina que tiene una especie de pieza con movimiento semicircular. En ese momento me acordé de la película de Encuentros en la tercera fase porque esas luces en movimiento me evocaban a la franja de colores azulados de una de las naves...curioso lo que la mente recuerda en determinados instantes.
En unos pocos minutos la prueba había concluido. Durante la misma estuve respirando con normalidad tal y como me había pedido la doctora el día anterior. Los rayos láser de alineación no los vi, de hecho me concentré en estar relajada y respirar con normalidad.
A continuación era el turno de los tatuajes. Sin moverme de la máquina, ahí donde me habían marcado con el rotulador tenían que inyectarme tinta.
Finalmente fueron 6 pinchazos. Por partida doble en ambos costados y la parte central del pecho. Salvo el pinchazo del esternón y uno de los de los costados el resto de los tatuajes no sentí dolor. Ahora tengo 6 lunares azulados nuevos decorando mi piel.
Una vez que te inyectan la tinta y te desinfectan puedes levantarte y vestirte. Una prueba más superada para añadir a mi bagaje de experiencias médicas. ¡Lo que estoy aprendiendo en estos meses!
Después me dirigí lo más rápido posible al hospital donde me esperaba la prueba de marcha para ver el tema pulmonar cómo va evolucionando. Dicha prueba consistió en pesarme y medirme, tomarme la tensión y la saturación de oxígeno, cumplimentar un pequeño cuestionario, y para concluir andar a un paso ligero durante 6 minutos. Esta marcha se hace en un pasillo que está dedicado casi en exclusiva para ello. Es gracioso porque tienen dos conos de tráfico naranjas, uno a cada extremo del pasillo casi en la pared, y tienes que bordearlos para girar cuando llegas al final. Me sentí como una cobaya andando con la lengua fuera y el pulsímetro/medidor de oxígeno en la mano. La doctora me acompañó durante toda la prueba y fue mirando el aparato para anotar los datos en su registro. Cuando terminé me volvieron a medir la tensión arterial y obviamente observaron la respuesta al ejercicio realizado.
La duración total de esta prueba debió ser de unos 15 minutos aproximadamente. Fácil e indolora, aunque acabé fatigada.
Después di un largo paseo para completar mi jornada de ejercicio diario. Me han recomendado no forzar la máquina así que voy a mi paso salchichero pero con constancia seguro que lo acelero en menos de lo que creo.👍
Ahora estoy a la espera de realizar otra prueba de neumología y de que me den la radioterapia.
Y por hoy esto es todo lo que tengo para contar.
Ya comienza el calor, espero que lo sobrellevemos todos lo mejor posible.
¡Hasta la siguiente!
Ya me contarás si al final te unes los puntos... :)
ResponderEliminarJajajaja, por ahora los he dejado sueltos :-)
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