Hola:
Voy a daros una noticia que es triste, al menos muy triste para mí.
El pasado jueves 20 de abril por la tarde falleció Julia.
He tardado en escribir porque este post es difícil de teclear. Los sentimientos están ahí pero las palabras huyen porque saben que no son suficientes para describirlos.
La vida es fugaz. Nuestra existencia es como arena entre las manos que se va diluyendo hasta dejar tan solo unos granos en nuestras palmas que son lo verdaderamente importante.
Julia es uno de esos granitos que voy a procurar conservar en la palma de mi mano.
Ella ya no está, pero su energía queda en quienes la apreciaban y querían; su familia, amigos y conocidos. Tuve suerte de compartir mi habitación de hospital con ella, mucha suerte.
Julia era una persona de las que deja huella. La fortuna quiso agraciarme con su presencia en mi vida. Una aparición demasiado corta pero no por ello insignificante, todo lo contrario.
Aún recuerdo la última vez que hablé con ella. Había pasado una semana sin verla y el deterioro físico fue impactante en ese tiempo. Ya comenzaba a ser una sombra de sí misma pero conservaba su espíritu guerrero. Incluso sin fuerzas daba la sensación de no querer rendirse. No obstante, un buen gladiador sabe cuando es hora de parar, y ella era una gran luchadora muy inteligente. Toda una combatiente que bien mereció su descanso.
De ese día me quedo con la sonrisa que conseguí arrancarla con una broma, y me quedo con el abrazo que nos dimos cuando me fui. Sinceramente me supo a despedida, y ahora sé que ella sabía que iba a ser nuestro adiós.
Ayer volví al hospital puesto que tenía una consulta, y al pasar por allí noté el vacío de no visitarla. Miré por la ventana y vi en el suelo las pequeñas piñas del parque interior que tiene el hospital. Piñas con las que hace apenas diez días estuvimos jugando juntas, dándolas patadas y disfrutando del sol.
La vida es en ocasiones tremendamente injusta y muy cruel.
El cáncer...el cáncer es una mierda.
Siento ser tan mal hablada pero es lo que me sale. Miento, lo que me sale es decir que el cáncer es una puta mierda (el cáncer, las enfermedades degenerativas, etc.). Tener una enfermedad de este tipo es una putada, para qué nos vamos a engañar, pero tenerla con un mal pronóstico es una sentencia de la que es difícil librarse.
La muerte existe (negarlo es de necios) y nadie sabe cuándo se va a topar con ella, así que siguiendo el sabio consejo de Julia hay que disfrutar cada día y valorar lo que se tiene en cada momento.
Ese es el legado que me deja esta mujer. Eso y ser fiel a una misma, luchar hasta el final e intentar no perder la sonrisa nunca.
Julia, estés donde estés sigue nadando. Desde aquí te mando un beso y un abrazo llenos de cariño. Descansa en paz porque te lo has ganado.
Ester.
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